Máquina de hacer llover
Publicado por profemario en Inventos e Inventores | 1 comentario
1 ene, 2011
Parece que las ideas descabelladas inundan las mentes de nuestroscientíficos, vale aclarar que lo hacen por una buena causa. Pues bien,Un Ingeniero británico inventa una máquina para hacer llover en Londres.
El Ingeniero británico y Profesor de la Universidad de Edimburgo, Stephen Salter, famoso en el Reino Unido por sus logros en los años setenta en el campo de la tecnología mareomotriz, opina que su nuevo invento: su “máquina de la lluvia”, un aspersor gigante que transforma el agua del mar en vapor, facilitaría la evaporación natural y la consiguiente formación de lluvia, según publica la revista británica “New Scientist”.
El aparato adapta el diseño de una turbina de aire ya existente, la Darrieus, parecida a una trituradora de comida de tres metros y medio de altura y con dos hélices que giran sobre un eje vertical. Esas hélices recogerían el agua marina y la lanzarían, pulverizada, a diez metros de altura por encima del nivel del mar.
Según Salter, esto facilitaría el proceso de evaporación natural, ya que el vapor de agua pulverizado rompería la resistencia de una capa de aire húmedo y estático que se suele formar sobre el mar. Cada turbina tendría capacidad para pulverizar medio metro cúbico de agua por segundo. Y Salter ha calculado que cientos de turbinas repartidas por las zonas calurosas del planeta podrían “fabricar” la lluvia necesaria para evitar las sequías.
“Un centenar de turbinas en funcionamiento durante cien años –agregó el inventor– serían suficientes para, teóricamente, revertir las consecuencias que sobre el nivel del mar tendrá el efecto invernadero del planeta”. Si bien Salter es muy optimista con su nuevo invento, los meteorólogos no están seguros de la eficacia de esta máquina.
Los expertos en meteorología dudan de que el vapor de agua pueda mezclarse con el aire que hay en las capas superiores de la atmósfera para formar nubes y también ven difícil poder prever dónde caería la lluvia. Un meteorólogo de la Universidad de Leeds, Ian Brooks, valoró así el invento: “Es la solución que un ingeniero da a un problema meteorológico. Jamás se le habría podido ocurrir a un experto en fenómenos atmosféricos”.
Agencia EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario